EL CORREO 06.11.10 - 03:12 -
IRATXE ASTUI | MUXIKA.
El comité de empresa de la maderera Inama de Muxika lanzó ayer una clara señal de auxilio tanto a las administraciones públicas como a los responsables de la firma para que busquen una solución que «salve» sus puestos de trabajo. La preocupación de los empleados de la fábrica es «máxima» ya que la firma «carece de autorizaciones legales para seguir funcionando» y temen que en cualquier momento «se decrete un cierre cautelar» de las instalaciones.
«Exigimos a la Diputación y al Gobierno vasco que trabajen seriamente desde sus responsabilidades y posibiliten alternativas de futuro para nuestra empresa y a la compañía que cumpla con la legislación medioambiental», recalcaron. El pasado mes de marzo, el Ejecutivo autónomo les retiró la Autorización Ambiental Integrada (AAI) al no adoptar la compañía, en el plazo exigido, medidas correctoras para reducir las emisiones de micropartículas contaminantes a la atmósfera.
Este hecho provocó, en consecuencia, la revocación por parte del Ayuntamiento de Muxika de la licencia para la explotación de la actividad. Para poder cumplir con la legalidad, la maderera debía instalar un electrofiltro que posibilitara la reducción de humos, una medida que, según la empresa, requiere la ampliación de sus actuales instalaciones con el fin de garantizar su viabilidad a medio plazo. El plan para agrandar la fábrica, sin embargo, no obtuvo el visto bueno del Patronato de Urdaibai. «Otra alternativa que se barajó fue la de trasladar la empresa a Mendata, pero una vez más las instituciones han mostrado poco interés en facilitar ese paso. A día de hoy no encajamos dentro de las áreas industriales que se barajan», criticaron los trabajadores.
El comité de empresa teme que el plan de inversiones que estudia la dirección para recuperar la AAI, «nos garantice solo un futuro a medio plazo». Consideran que el elevado coste de las mejoras en la actual planta repercutirá en el producto y «sacará a la firma del mercado poniendo en riesgo la dimensión de la plantilla».
Además de los 160 puertos de trabajo directo, Inama genera alrededor de 600 empleos indirectos. El comité de empresa mantendrá el lunes una reunión para analizar la situación con el Diputado General, José Luis Bilbao. Sin embargo, «en vista de que no se atienden nuestras solicitudes, el próximo viernes, tenemos previsto iniciar movilizaciones de protesta», adelantaron. Inama cuenta con varias denuncias vecinales e incluso dos de sus gerentes fueron acusados de un delito contra el medio ambiental del que fueron absueltos.
«Exigimos a la Diputación y al Gobierno vasco que trabajen seriamente desde sus responsabilidades y posibiliten alternativas de futuro para nuestra empresa y a la compañía que cumpla con la legislación medioambiental», recalcaron. El pasado mes de marzo, el Ejecutivo autónomo les retiró la Autorización Ambiental Integrada (AAI) al no adoptar la compañía, en el plazo exigido, medidas correctoras para reducir las emisiones de micropartículas contaminantes a la atmósfera.
Este hecho provocó, en consecuencia, la revocación por parte del Ayuntamiento de Muxika de la licencia para la explotación de la actividad. Para poder cumplir con la legalidad, la maderera debía instalar un electrofiltro que posibilitara la reducción de humos, una medida que, según la empresa, requiere la ampliación de sus actuales instalaciones con el fin de garantizar su viabilidad a medio plazo. El plan para agrandar la fábrica, sin embargo, no obtuvo el visto bueno del Patronato de Urdaibai. «Otra alternativa que se barajó fue la de trasladar la empresa a Mendata, pero una vez más las instituciones han mostrado poco interés en facilitar ese paso. A día de hoy no encajamos dentro de las áreas industriales que se barajan», criticaron los trabajadores.
El comité de empresa teme que el plan de inversiones que estudia la dirección para recuperar la AAI, «nos garantice solo un futuro a medio plazo». Consideran que el elevado coste de las mejoras en la actual planta repercutirá en el producto y «sacará a la firma del mercado poniendo en riesgo la dimensión de la plantilla».
Además de los 160 puertos de trabajo directo, Inama genera alrededor de 600 empleos indirectos. El comité de empresa mantendrá el lunes una reunión para analizar la situación con el Diputado General, José Luis Bilbao. Sin embargo, «en vista de que no se atienden nuestras solicitudes, el próximo viernes, tenemos previsto iniciar movilizaciones de protesta», adelantaron. Inama cuenta con varias denuncias vecinales e incluso dos de sus gerentes fueron acusados de un delito contra el medio ambiental del que fueron absueltos.
